miércoles, 19 de septiembre de 2012

ENTRE GUITARRAS Y MUÑECAS


Es muy común ver en nuestro país madres solteras – ya que son casi medio millón-  a diferencia de padres solteros, pero lo que si no es muy común, es ver a  papás  en el cuidado de sus niñas si es que él es un rockero. 




Jaime Urteaga, el guitarrista de la banda peruana “Emergency Blanket”, nos muestra  dos facetas de su vida: la del artista que vive en un mundo bohemio y la del padre soltero preocupado por el bienestar de su niña de 6 años.  

Una hora y cuarenta y cinco minutos fue el tiempo que duró aquel ensayo al que me había invitado Jaime, el mismo día que asistí a una de sus presentaciones en un local de Barranco. Al llegar, toque el timbre y un joven de cabello corto y ondulado quien vestía unos jeans desteñidos y rasgados, un polo blanco manga corta con cuello “V” , zapatillas Converse “All Star” color crema, bastante moderno, me abrió la puerta; era Jaime.
Me saludo muy cordialmente y me invito a sentarme.  Parecía ser una persona con buenos modales y que inspira buena onda, muy fresco al  hablar, bastante locuaz y juvenil; características que concordaban con su apariencia.


En  sala de ensayos me encontré con muchos instrumentos, como  guitarras, batería, bajos, armónica, entre otros. Además las paredes estaban llenas, casi en su totalidad, por afiches de bandas de rock memorables y, arriba de un sofá retro,  una fotografía enmarcada: una tierna  imagen de él con su hija Azul,  que reflejaba  ese lado paterno que había indicado líneas arriba, faceta de Jaime desconocida por su público.


—Es terrible; —nos dijo al encontrarme observando la foto— no saben lo celosa que es mi hija ¡y tiene una gran imaginación! El otro día que fui a recogerla del cole con una amiga y nos vio llegar juntos, vino corriendo desde lejos lo más rápido que pudo y se trepó como un monito sobre mí, me dio un beso y volteó a mirar a Carla con una cara de asada… ¡increíble! y yo no sé como hice para no explotar de risa.
            —Y cuando llegaron a casa ¿te dijo algo?
            —¿Sabes que sí? —se rió— es graciosísima; caletasa me preguntó quién era esa chica, si tenía novio y por qué estaba conmigo cuando fui a su colegio. En otras palabras lo que quería saber era si estábamos juntos (risas). Tenemos una hermosa relación.
Jaime proyecta la imagen del típico bad boy rockero que lo único que le interesa es la música, pero lo que muchos no saben es que bajo la piel de este Jimmy Page peruano se esconde un hombre sensible que se desvive por su hija. Afuera puede ser el más  gracioso, pero dentro de las cuatro paredes de su dormitorio no es más que un padre soltero que empezó a tocar por diversión a los doce años y hoy es una de sus pasiones.
—En el año 1985 viajaste a Bahrain y allí fue  donde aprendiste a tocar la guitarra. ¿Crees que el estar rodeado de una cultura diferente haya influido en tu estilo musical, o tus gustos?
—Creo que algo influyó. Yo nací en los 80´s y cuando viajé solo tenía cinco años. Viví  por casi diez años rodeado de personas que no solo hablaban un idioma distinto, sino que también tenían otras costumbres bastante diferentes. Aprendí con primera guitarra, “Pancha”, a tocar cuando tenía doce y compuse mi primera canción a los diez. Creo que el estar en un lugar rodeado de otras vibras influyó en la medida de escribir sobre cosas que probablemente acá no pudiera haber escrito nunca. Me influenció la música árabe en mis inicios, pero hoy, veinte años más tarde, te puedo decir que no noto tanta influencia, al contrario aprendí a amar el rock influenciado por las increíbles bandas de rock de los 80´s.
Mientras los labios del “árabe”, como le dicen sus amigos, me responde las preguntas sin dudar, me fui interesando más en esta banda que ha compartido escenario con bandas como Stone Temple Pilots y ahora último Aerosmith; que participo en varios concursos nacionales, como el de Claro, en los que fueron declarados los mejores en la modalidad de rock y en el extranjero, concretamente en Inglaterra, ganaron el famoso concurso People Music Awards.
Después de media hora de conversación, fueron llegando los otros “Blankets”, para los últimos preparativos previos al concierto. Primero llego Lufo – bajista de la banda- , quien con un gran abrazo saludó a Jaime y pregunto por la “mini blanket” – Azul - ; luego apareció Paco, el vocalista y el más cercano a Jaime, quién se unió a la conversación sin dificultad. Se conocieron en el colegio Santa María cuando cursaban el tercer año de secundaria y desde ese entonces se volvieron inseparables; seguramente el amor por la música fue lo que los unió, además de compartir su primera banda juntos, el camino hacia Emergency Blanket y el viaje a Australia.
Jaime ,como artista,  refleja en el escenario la figura de un  guitarrista rudo y agresivo, pero fuera de los conciertos es un padre que en su tiempo libre juega con plastilina y al doctor de muñecas. Ensaya dos veces por semana con sus mejores amigos y puede verles las caras casi todos los días sin que lleguen a  hostigarse, pues ensayar, hacer música, parece ser el mejor remedio para aquellos días malos que todos tenemos. Así es su rutina entre escenarios y su hija.  Todos los días pasa de ser un rockero loco al cuenta cuentos de Azul. Él sabe que no estaba en sus planes renunciar a su juventud antes de tiempo, pero también tiene claro que si las cosas no fueran como son no podría ser feliz; le faltaría su alegría y su razón de ser, y por ahora no le queda más remedio que ser el papito de la banda al menos hasta que Azul crezca y sea la líder de una nueva generación de Blankets, como él sueña.
La conversación llegó a su fin cuando el baterista nos interrumpió y dijo que ya era la hora de ir al concierto. Le agradecí por recibirme, le pregunte si podía entrevistarlo pronto y aceptó sin problemas. Fue una conversación realmente placentera, pues son pocas las veces en las que una tiene la oportunidad de sentarse a conversar de un tema que a la otra persona le apasione y te transmita ese sentimiento cuando habla. Es por ello que luego decidí  ir a  al concierto y  disfrutar   de la música de los “Blankets”.

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